Por Miguel Ángel Martín, Columnista de Sixers.com
Los Sixers se han colocado en la serie con un contundente 3-0 a su favor, que deja bastante claro el destino de la serie (aunque hay que luchar siempre hasta el final, y nunca fiarse). Y buena parte de culpa la tiene el sensacional estado de forma que está demostrando Joel Embiid en estos playoffs.
Venciendo de un modo contundente por 132-103, en un juego en donde Philadelphia no tuvo demasiados problemas, Joel Embiid demostró que quiere hacer algo especial esta campaña, estableciendo un nuevo registro personal en anotación, en la postemporada. Además de este modo, los Sixers logran estar por encima en una serie 3-0, por primera vez desde 1985.
Tan solo necesitó estar en pista 28 minutos para destrozar a los capitalinos, con 36 puntos (25 de ellos en la primera mitad) y un promedio anotador excelente, que confirmar su tremendo calibre de All-Star y MVP, y alimentando las ilusiones de los fans de los Sixers, que ven como él puede liderar al equipo hasta la gloria, porque calidad y equipo, tiene para hacerlo.
Los 36 puntos llegaron en un impresionante 14-18 en tiros de campo, fallando tan solo uno de los cuatro triples que intentó y desaprovechando solo 2 de los 7 tiros libres de los que disputo. Grandes números a los que añadió 8 rebotes (todos ellos en defensa), así como 2 asistencias y sumar 3 robos de balón.
Números excelentes que le ayudan para demostrar su calidad, como jugador referente en la mejor liga del mundo (como de hecho aspira a serlo).
No solo fue el único que logró estar acertado de cara al aro rival. De hecho, los Sixers acabaron el encuentro con 51-87 en tiros de campo y 17-33 en triples, en todo el tercer encuentro.
El resto de titulares respondieron del modo que de ellos se esperaba, alcanzando todos dobles dígitos en anotación. Incluso alcanzando la veintena de puntos anotados para Tobias Harris. El alero de los Sixers alcanzó los 20 puntos con un 8-14 en tiros de camo, 2-3 en triples, además de sumar 13 rebotes y 5 asistencias.
Si cerca estuvo alcanzar el triple doble, también lo estuvo la otra gran superestrella de los Sixers, Ben Simmons. Y es que en tan solo 30 minutos alcanzó los 14 puntos, en un 7-10 en tiros de campo, aportando al equipo 5 rebotes y 9 asistencias.
Para Danny Green también fue especial, al completar 15 puntos, merced a su 5-9 en triples y colocándose en el duodécimo mejor jugador de la historia de la NBA, en triples en postemporada. Sensacional noticia que no hace que aumentar más y más la confianza que este equipo tiene en sí mismo, para alcanzar la gloria que se ha autoimpuesto.
Números parecidos a los cosechados por Seth Curry, que acabó el encuentro con un 6-11 en tiros de campo y 3-6 en triples, para acabar también con 15 puntos y completar el quinteto de jugadores que tomó parte del partido desde el principio. Eso sí les bastaron 27 minutos para lograr esa bonita marca anotadora y dejar claro el buen hacer de los jugadores de los Sixers en el tiro exterior.
Del resto de compañeros destacar que asumieron gran parte de los minutos que les habrían podido recaer en Joel Embiid y compañía, y que repartieron mucho los puntos que los suplentes también anotaron, pero ninguno de ellos alcanzó los dobles dígitos en anotación.
Ahora solo queda esperar que Embiid, siga en modo EMVIIP y que los Sixers sentencien la serie los antes posible, para alcanzar las semifinales de conferencia por la vía rápida y así poder concentrarnos en nuestro próximo rival, nuestro próximo paso a seguir en la búsqueda del ansiado anillo de campeones, que no se conquista en la ciudad de Philadelphia por los Sixers, desde hace 38 años.
Hasta pronto desde España.